jueves, 14 de abril de 2016

Noticia SCM

Una casa y un coche impresos en 3D para compartir su energía. 

       El proyecto consta de un vehículo y un pequeño edificio, parece que no hay demasiado misterio en ellos, pero ambos están construidos utilizando la última tecnología de impresión 3D. El proyecto que los engloba se llama AMIE, y no solo enseña sus avances en impresión, también propone una casa que alimenta de energía al vehículo, y viceversa.
        Los dos elementos pueden almacenar energía y compartirla con el otro, pero se utiliza la ‘casa’ como generador principal, ya que la zona superior está cubierta de paneles solares. El diseño alargado de AMIE 1.0 - Additive Manufacturing Integrated Energy Structure - es particular, con una vista lateral que se asemeja a las branquias de un pez.

        El principal reto en el diseño de la casa tiene que ver con la debilidad de las estructuras 3D, por lo que decidieron utilizar piezas hechas con fibra de carbono impresas, que a su vez se refuerzan con plástico y varillas de acero.
        La estructura principal se va montando con unos módulos en forma de anillo cuadrado, que casan como un puzzle y se pueden extender con facilidad. 

        En el siguiente link, se puede observar un gif del montaje de estos módulos: 

Compartiendo la energía

        La casa tira de energía solar para darle vida a luces, frigorífico o estufa, pero el coche cuenta con un sistema híbrido: batería y gasolina. La gracia está en la carga por inducción que poseen ambos elementos, y que empieza a funcionar cuando el vehículo estaciona en la zona habilitada.
       Una pregunta muy frecuente es: "¿Quién determina cómo se pasa la energía de un elemento a otro? Pues hay un ordenador en la casa que está ejecutando un algoritmo dedicado a esos menesteres: si la casa necesita electricidad, se la roba al coche, o viceversa. El sistema tiene en cuenta incluso el tiempo meteorológico para almacenar energía.

        El proyecto pone sobre la mesa nuevas ideas en métodos de fabricación, en los que se tiene en cuenta el funcionamiento energético del habitáculo, al mismo tiempo que se intenta que los residuos sean mínimos.
        AMIE es el resultado de una colaboración del departamento de energía de Estados Unidos, concretamente el laboratorio Oak Ridge National Laboratory, la Universidad de Arquitectura de Tennessee, y la empresa de diseño y arquitectura Skidmore, Owings & Merrill.
        En esta empresa ya están trabajando en AMIE 2.0, una idea similar pero con el reto de colocar casa y coche en núcleos importantes, con alta densidad de población. A continuación algunas imágenes del proyecto actual:
 





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